TRIDUO PASCUAL 2025


CELEBRANDO LA CENA DEL SEÑOR EN LA DIÓCESIS

Mons. Martín, P. César y P. Santiago realizan el lavatorio de los pies en la Catedral 

En el transcurso de la cena, cuando ya el diablo había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, la idea de entregarlo, Jesús, consciente de que el Padre había puesto en sus manos todas las cosas y sabiendo que había salido de Dios y a Dios volvía, se levantó de la mesa, se quitó el manto y tomando una toalla, se la ciñó; luego echó agua en una jofaina y se puso a lavarles los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que se había ceñido. Evangelio de Juan, capítulo 13.


P. Luis en Sarandí Grande se prepara para el lavatorio de los pies

Cuando llegó a Simón Pedro, éste le dijo: "Señor, ¿me vas a lavar tú a mí los pies?" Jesús le replicó: "Lo que estoy haciendo tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde". Pedro le dijo: "Tú no me lavarás los pies jamás". Jesús le contestó: "Si no te lavo, no tendrás parte conmigo". Entonces le dijo Simón Pedro: "En ese caso, Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza". Jesús le dijo: "El que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. Y ustedes están limpios, aunque no todos". Como sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: 'No todos están limpios'. 


Rumbo a la Hora Santa en parroquia San José

Cuando acabó de lavarles los pies, se puso otra vez el manto, volvió a la mesa y les dijo: "¿Comprenden lo que acabo de hacer con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, que soy el Maestro y el Señor, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros. Les he dado ejemplo, para que lo que yo he hecho con ustedes, también ustedes lo hagan. 


Parroquia Santos Cosme y Damián, en 25 de Agosto

Hermanos: Yo recibí del Señor lo mismo que les he trasmitido: que el Señor Jesús, la noche en que iba a ser entregado, tomó pan en sus manos, y pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: "Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía".

Primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios, capítulo 11 


Santa Teresita, compartir que continuó la celebración de la Cena del Señor

Lo mismo hizo con el cáliz después de cenar, diciendo: "Este cáliz es la nueva alianza que se sella con mi sangre. Hagan esto en memoria mía siempre que beban de él".

Por eso, cada vez que ustedes comen de este pan y beben de este cáliz, proclaman la muerte del Señor, hasta que vuelva.  

MISA CRISMAL

Misa Crismal: el presbiterio junto al Obispo manifiestan la unidad en la diversidad. Mons. Martín reflexionó sobre la importancia de ser presbítero, ministro ordenado. Este regalo de Dios mueve al agradecimiento, induce a la fidelidad y exige responsabilidad. 

El Obispo exhortó a los sacerdotes a mantener viva la conciencia del propósito detrás de las acciones y así no caer en la rutina. Es preciso que imiten lo que conmemoran, la entrega de Jesús que lleve a entregar la propia vida a los demás.  Para que Cristo aparezca es necesario que los ministros conformen su al Misterio de la Cruz, esto es, aceptar las renuncias que exige el sacerdocio.

En la vida del sacerdote la oración es fundamental, requiriendo tiempo y profundidad para revisar la propia vida y discernir el camino. En la oración podrá reconocer la acción de Dios, a pesar de los errores y fracasos. También invitó a sentir un sano orgullo por la vocación, no vivirla como una carga. Esta vocación merece ser cuidada, diariamente, junto a las comunidades. El sacerdote reconoce el apoyo de la comunidad y el servicio callado que ofrecen en la misión de la Iglesia. En este sentido, Mons. Martín pidió a las comunidades que continúen acompañando y rezando por los sacerdotes.