NECESITAMOS SILENCIO PARA PENSAR DESPACIO, EN PROFUNDIDAD Y CON UN PROPÓSITO

19.06.2023

34. Debemos estar más atentos a este aspecto. Sin silencio ni espacio para pensar despacio, en profundidad y con un propósito, corremos el riesgo de perder no sólo las capacidades cognitivas, sino también el espesor de nuestras interacciones, tanto con los demás como con Dios. El espacio para la escucha, la atención y el discernimiento de la verdad es cada vez más escaso.

El proceso de atención-interés-deseo-acción, bien conocido por los publicitarios, es similar al proceso por el que cualquier tentación entra en el corazón humano y distrae nuestra atención de la única palabra que es verdaderamente significativa y que da vida, la Palabra de Dios. De un modo u otro, todavía estamos prestando atención a la vieja serpiente que cada día nos muestra nuevos frutos. Parecen "buenos para comer, agradables a la vista y deseables para adquirir sabiduría" (Gen 3,6). Como semillas que caen al borde del camino cuando se siembra la Palabra, permitimos que el maligno venga y se lleve la Palabra que ha sido sembrada en nosotros (cfr. Mc 4, 14-15).