MONS. MARTÍN: NAVIDAD ES TERNURA DE DIOS, HUMILDAD DEL HOMBRE
Hoy se dignó nacer de una Virgen el Rey de los cielos, para llevar al reino celestial al hombre que estaba perdido. Se alegra el ejército de los ángeles, porque ha llegado la salvación eterna al género humano.
El Obispo Diocesano presidió la Misa de Nochebuena en la Catedral, acompañado del P. César, P. Santiago, Diácono Alejandro y Seminarista Nicolás. En la noche santa, muchas familias jóvenes con sus hijos pequeños se acercaron al pesebre y al altar para celebrar el nacimiento del Salvador.
Mons. Martín en la homilía expresó el primer mensaje de Dios en la Navidad: su ternura y cercanía, nos llenan de esperanza porque en un Niño, Dios viene a caminar con nosotros y no permite que nos perdamos en las tinieblas.
El segundo mensaje es de humildad. El pesebre nos hace mirar hacia abajo, al piso. Para María y José el nacimiento de Jesús en un establo debe haber sido muy bravo, nadie quisiera que su hijo naciera en un lugar así. ¿Por qué Dios quiso que su Hijo naciera así? Para que no olvidemos el origen, para que seamos humildes. Que los primeros en saludar al Niño hayan sido los pastores es otra lección de humildad. Eran los marginados y despreciados de aquel tiempo y a ellos se anunció primero que nadie la gran noticia del nacimiento del Salvador.
Concluyó sus palabras exhortando a la asamblea a privilegiar a los pobres como lo hace Dios, a tener una mirada compasiva y activa hacia los marginados de nuestro tiempo, a hacernos pequeños, humildes y sobrios en nuestra vida.