LA MEDALLA MILAGROSA NOS RECUERDA LOS MISTERIOS EN LA VIDA DE MARÍA
La fiesta de la Virgen de la Medalla Milagrosa en la Catedral congregó a cientos de devotos de la ciudad.
El Obispo Martín inició la homilía contando que lleva la Medalla Milagrosa sobre su pecho y que se ha preguntado si esta devoción es por costumbre, tradición familiar o por simple protección. ¿Qué tiene María para decirme en mi vida de cristiano? ¿sólo tengo en cuenta su protección? Y la meditación conduce a los gestos y palabras de la Virgen en los misterios de la Redención obrada en Cristo.
María dijo SI al anuncio del ángel y esta decisión cambió todos sus planes, pero confió en Dios que la llamó a ser la Madre del Redentor. Esta es la primera enseñanza que nos deja la Virgen. Atenta a las necesidades de su prima Isabel salió de su casa, rápido a ayudarla. En las bodas de Caná estaba atenta a las necesidades de los recién casados e invitó a hacer lo que Jesús dijera. Esa es la segunda enseñanza.
En el momento más doloroso, junto a la cruz de su Hijo, María estuvo y confió en Dios contra toda evidencia. En la mañana de Pentecostés nos enseñó el valor de la comunidad eclesial. "No somos francotiradores espirituales, somos cristianos en la Iglesia, en la comunidad, con las diferencias, enojos, distancias y unidad, alegría y encuentro que tenemos en todas las comunidades." Estas enseñanzas de la Virgen nos llevan más allá de simplemente usar su medalla como una protección.