ESPERANDO AL ESPÍRITU SANTO

16.05.2024

"El Espíritu es fruto de la ascensión de Moisés, de sus soledades. Por supuesto, considerada a la luz del Nuevo Testamento, esta acción de Moisés y su don espiritual, las palabras de la Ley, son sólo siluetas y esbozo de lo que ocurrió con Jesús.

Jesús llevó realmente la naturaleza humana, nuestra carne, hasta la reciprocidad con Dios, la elevó a través de la nube de la muerte hasta la faz de Dios. De esa ascensión vino el Espíritu. El Espíritu es fruto de la victoria de Jesús, fruto de su amor, fruto de la cruz." 

Joseph Ratzinger (1976). El Dios de Jesucristo. Sígueme. Salamanca.


Ven, Espíritu Creador,
visita las almas de tus fieles
llena con tu divina gracia,
los corazones que creaste.

Tú, a quien llamamos Paráclito,
don de Dios Altísimo,
fuente viva, fuego,
caridad y espiritual unción.

Tú derramas sobre nosotros los siete dones;
Tú, dedo de la diestra del Padre;
Tú, fiel promesa del Padre;
que inspiras nuestras palabras.

Ilumina nuestros sentidos;
infunde tu amor en nuestros corazones;
y, con tu perpetuo auxilio,
fortalece la debilidad de nuestro cuerpo.

Aleja de nosotros al enemigo,
danos pronto la paz,
sé nuestro director y nuestro guía,
para que evitemos todo mal.

Por ti conozcamos al Padre,
al Hijo revélanos también;
Creamos en ti, su Espíritu,
por los siglos de los siglos

Gloria a Dios Padre,
y al Hijo que resucitó,
y al Espíritu Consolador,
por los siglos de los siglos. Amén.