EL INTERIOR

26.10.2024

Una vez traspasada la magnífica puerta, el visitante se encuentra ante una de las iglesias más sobrecogedoras del país. Uno de sus mayores tesoros son las pinturas murales del italiano Arquímedes Vitale y su hijo Elio, realizadas en 1935, varios años después de que la catedral fuera inaugurada. Vitale fue invitado a decorar la catedral por monseñor Paternain.

Sus frescos son de carácter evangélico, abarcando todo el interior del santuario. En la bóveda central están las principales pinturas, referidas a cuatro momentos importantes de la vida de la Santísima Virgen María: la Natividad (María está postrada adorando al Niño), la Asunción (por tamaño es la pintura que más resalta de toda la bóveda), Pentecostés y la Coronación de la Virgen. Estos pasajes bíblicos están acompañados por una serie de ángeles y querubines que le adornan, además de las representaciones de las virtudes de la Fe y la Esperanza. A ellos se unen santos que sobresalieron por sus ponderaciones hacia la Virgen María: San Agustín, San Ambrosio y San Alfonso María de Ligorio. También están San Pedro y San Pablo a los lados del presbiterio. Se encuentra además el Cordero Apocalíptico con el Libro de los 7 Sellos, del que nos habla San Juan en el último libro de la Biblia.

El retablo del altar mayor está confeccionado en mármol de Carrara y presidido por la imagen de la Virgen de los Treinta y Tres procedente de las misiones jesuíticas del antiguo Paraguay.

LA VISITA DEL PAPA JUAN PABLO II

Una escultura de bronce del Papa Juan Pablo II, obsequiada por la colectividad católica polaca en el Uruguay, se encuentra entre la nave derecha y la central. Con ella se recuerda y homenajea a la visita que el 8 de mayo de 1988 realizó el Pontífice a la catedral de Flo- rida, en el marco de su gira por Uruguay. A propósito de esa circunstancia, Su Santidad dijo en el aeropuerto de Carrasco, al retornar al Vaticano: "En Florida confié vuestras vidas, vuestras familias y vuestro trabajo a la Santísima Virgen, capitana y guía de los Treinta y Tres y madre del pueblo oriental. En este "Año Mariano", ella nos protege de un modo especial. Dejaos conducir por María, estrella de la evangelización, que siempre señala el camino seguro".