APRENDIÓ POR MEDIO DE SUS SUFRIMIENTOS A OBEDECER
23.03.2021
Cristo dirigió durante su vida terrena súplicas y plegarias, con fuertes gritos y lágrimas, a Aquel que podía salvarlo de la muerte, y fue escuchado por su humilde sumisión. Y, aunque era Hijo de Dios, aprendió por medio de sus propios sufrimientos qué significa obedecer. De este modo, El alcanzó la perfección y llegó a ser causa de salvación eterna para todos los que le obedecen.
Carta a los Hebreos, 5 7-9