A TÍ LEVANTO MI ALMA

01.12.2024

A ti, Señor, levanto mi alma:

en ti, mi Dios, confío, no quede defraudado, no triunfen de mí mis enemigos;

pues los que esperan en ti no quedan defraudados, mientras que el fracaso malogra a los traidores.


Indícame tus caminos, Señor; enséñame tus sendas;

encamíname fielmente, enséñame, tú eres mi Dios y salvador, en ti espero siempre.

Recuerda, Señor, que tu ternura y tu lealtad son eternas;

no te acuerdes de los pecados y delitos de mi juventud, acuérdate de mí con tu lealtad, por tu bondad, Señor.


El Señor es bueno y recto y enseña el camino a los pecadores;

encamina a los humildes por la rectitud, enseña a los humildes su camino;

las sendas del Señor son la lealtad y la fidelidad para los que guardan su alianza y sus mandatos.


Por tu nombre, Señor, perdona mi culpa, que es grave.

¿Hay alguien fiel al Señor? Le enseñará un camino escogido:

así vivirá feliz y su descendencia poseerá la tierra.


El Señor se confía con sus fieles y les da a conocer su alianza.

Tengo los ojos puestos en el Señor, que saca mis pies de la red.

Vuélvete a mí y ten piedad, que estoy solo y afligido;

ensancha mi corazón encogido y sácame de mis congojas.


Mira mis trabajos y mis penas y perdona todos mis pecados;

mira cuántos son mis enemigos que me detestan con odio cruel.


Guarda mi vida y líbrame, que no quede defraudado de haberme acogido a ti.

La honradez y la rectitud me protegerán: lo espero de ti.

¡Oh Dios, salva a Israel de todos sus peligros!