¿EN QUIÉNES INFLUYO COMO CRISTIANO? ¿QUIÉN ME INFLUYE?
74. Todos deberíamos tomarnos en serio nuestra "influencia". No sólo existen macroinfluentes con una gran audiencia, sino también microinfluentes. Cada cristiano es un microinfluente. Y todo cristiano debería ser consciente de su influencia potencial, independientemente del número de seguidores que tenga. Al mismo tiempo, debe ser consciente de que el valor del mensaje transmitido por el influente cristiano no depende de las cualidades del mensajero. Todo seguidor de Cristo tiene el potencial de establecer un vínculo, no consigo mismo, sino con el Reino de Dios, incluso para el círculo más pequeño de sus relaciones. "Cree en el Señor Jesús y te salvarás, tú y toda tu familia" (Hch 16, 31).
Sin embargo, hemos de reconocer que nuestra responsabilidad aumenta con el incremento del número de seguidores. Cuanto mayor sea el número de seguidores, mayor debe ser nuestra conciencia de que no estamos actuando en nuestro propio nombre. La responsabilidad de servir a la propia comunidad, especialmente en el caso de quienes desempeñan papeles de liderazgo público, no puede ser secundaria respecto a la promoción de las propias opiniones personales desde los púlpitos públicos de los medios digitales[46].